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martes, 3 de mayo de 2011

Capsulita Viazcansófica para Cristianos: Legalismo vs. Liberalismo

Alguna vez escuché a un buen amigo predicar en un sermón que a él le gustaba acabar con la "lucha" entre legalismo y liberalismo por medio de una metáfora: el liberalismo podría no ser pecado como tal, pero es como si para alejarme del legalismo me tuviera que acercar al borde de un precipicio, en el cual podría eventualmente "caer" en el pecado por estar más cerca de él. En dicho caso, es preferible ser un legalista y estar seguro en tierra firme, que ser un liberal y estar caminando por el borde del precipicio, donde es casi seguro que caigo. Es por tanto, más responsable ser legalista que arriesgarnos en el liberalismo.

Años más tarde, retomo la metáfora y contrasto un poco la manera con que Jesús trataba a los legalistas vs. la manera en que trataba a los pecadores (en el precipicio). Honestamente y con un poco de cinismo, si tuviera que elegir entre estar en uno o en otro lado del borde, preferiría ser de los pecadores, ya que prefiero que Jesús me trate como consistentemente vemos que los trataba en los relatos que leemos en los Evangelios, (Dios me libre del trato que les dio a los legalistas!).

Pero antes de que mi admitido cinismo provoque la rasgadura de los vestidos, tengo que aceptar que dudo mucho que eso sea la voluntad de Dios. De hecho, dudo que en la mente de Dios existiese una preferencia entre uno u otro lado del precipicio. Aún más, creo que la metáfora puede mejorar, y en vez de percibir la lucha entre legalismo y liberalismo como el borde de un acantilado, me sabe más preciso verlo como una cuerda colgada sobre el precipicio, cuerda sobre la cual avanzamos utilizando un bastón de equilibrio para mantenernos en el centro (obvio éste bastón sería la Biblia). Caer a uno u otro lado sería igual de desastroso, (aunque la red de misericordia divina alcance a "cacharnos" sin importar de qué lado caigamos).

En dicha metáfora, sólo manteniendo la vista al frente, concentrados en nuestro destino, es lo que nos dará el impulso para avanzar balanceados. En otras palabras, no me parece tan importante conocer lo que NO debemos hacer (sea legalista o liberalista), sino en lo que SÍ sabemos que nos corresponde: ser mejores herramientas para traer el Reino de Dios a la Tierra. Finalmente nadie gana nada de estar mirando hacia abajo del precipicio, sea del lado derecho o del izquierdo jeje.

Ustedes qué opinan?

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